Un espacio pensado para las personas
El diseño responsable del universo del futuro
El nuevo edificio de la Fundación Salud Infantil no puede ser ajeno a esos objetivos. Hablar de salud no es sólo hablar de la “salud individual” sino que tiene que tener unas miras más amplias llegando también al Medio Ambiente. Por ello, pensamos que el nuevo edificio de la Fundación Salud Infantil debe tratar el concepto “global” de la salud: individual más medioambiental, de esa manera podremos hablar de la mejora de la salud de forma completa.
El edificio está pensado desde su raíz arquitectónica como una instalación puntera en eficiencia energética, y desde una visión simbiótica entre la actividad que se realiza y la propia disposición de los espacios. Un edificio comprometido con las personas y con la Agenda 2030.
La representación arquitectónica de una sociedad diversa
Un espacio que cuenta con sistemas que aprovechan el entorno para favorecer el ahorro y consumo de energía, a través de la utilización de corrientes de aires naturales, aprovechamiento de agua para riegos, instalación de placas fotovoltaicas, entre otros.
Un edificio inteligente, pensado para la mente de un niño, y para el bienestar de todos y todas. Medidas de accesibilidad y seguridad que lo transforman en un espacio donde se representa las sociedad actual y diversa.

Reducción de un 80% de emisiones de CO2
Como es sabido, el objetivo de la Unión Europea para el año 2050 es el de descarbonizar la economía y, con ello, que los edificios reduzcan la generación de emisiones de CO2 en un 80%. Como objetivo intermedios, se ha fijado una reducción del 60% para 2040 y un 40% para 2030. Como entidad firmante del Pacto Mundial, hemos desarrollado un proyecto de edificio responsable y unido a programas de intervención basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un espacio de energía positiva y que cuenta con las última aplicaciones en cuidado y respeto del medioambiente. Minimizamos el ruido.
En consonancia con los objetivos de la Unión Europea, el edificio se proyecta para reducir las emisiones de CO2, en comparación con un edificio de similares características y uso, en un 80%. Ese objetivo de reducción se cimentará en los siguientes tres pilares:
Reducción de emisiones en los materiales de construcción empleados en el edificio
Se realizará un Análisis del Ciclo de Vida de los materiales y de los elementos constructivos del edificio. El análisis de ACV se fundamentará en las Declaraciones Ambientales de Producto.
Reducción de emisiones durante la construcción del edificio
Se realizará un plan de construcción específico que analice de forma concreta todas las fases de construcción incluyendo los residuos de construcción.
Reducción de emisiones durante la fase de uso del edificio
En el diseño del edificio se tomarán medidas encaminadas minimizar los consumos energéticos del edificio.
Un edificio que habla
La metodología de trabajo innovadora de este proyecto fomenta la participación activa de la familia durante todo el proceso, tanto el educativo como el sanitario para su atención desde un espacio natural, olvidando el concepto de despacho.
El enfoque de centro fomenta la humanización de los espacios a través de la implementación de una perspectiva infantil que se refleja en el diseño de la arquitectural. “La mente del niño” está presente en todos los espacios, convirtiendo las instalaciones en zonas de para el niño y de confianza para las familias.
Trabaja los espacios comunes con temática de juego que fomenta la exploración y curiosidad de los menores. Además elimina las sala de espera convencionales.
